viernes, 10 de agosto de 2012

Hablando al viento

¿Qué tan sólo me ven, queridos amigos?

Es quizás más que la estatua 
ubicada en pleno ápice
o viento en la tibia madrugada. 



“Díganme, mis amigos
o sois vosotros pasajeros del silencio
en el bus del olvido.
¡Afrontadme os lo pido!
No secaré llantos
ni embriagaré sorpresa alguna
al oír tu voz compañera 
deletreando una pena.”



¡No me ocultéis¡ Favor os pido,
nada en particular
solo indicadme mi verdad 
que no puedo sólo asumirla.
Favor, no mientan
que así seré más humillado 
y no podré levantar cabeza.



Amigo o como seáis
mostradme el camino 
que ando a ciegas en este mundo,
muy amigo a lo mío;
muy valiente sin que lo sepa.
-En verdad os pido-
hagáis vuestra culpa fácil 
y demostradme 
lo que mis ojos no ven 
y los suyos reclaman.



“Favor, decidme, estoy delirando
y estoy empezando a creer…
que en verdad estoy sólo.”


Darío R. Portillo

1 comentarios:

una de mis preferidas, escrita a orillas del hermoso río Paraguay, 1998.