viernes, 10 de mayo de 2013

Madrugada


¡Amiga mía!
Rumoran que el tiempo impulso tu huída
que estas bañada en tu propia sangre impía
y tus sueños no se velan
porque tus pestañas se odian.

¿Amiga mía?
También musitan las aves
a las que tanto repudiabas en los recorridos,
quienes coronan tu lecho tejiendo su arte.

Pena siento de ti, amiga;
pues no has pisado tierra
y eres peor que las aves.
Pena de tu andar sin vida.

Aquí me tienes, ¡ves!
preocupado por quien no lo hace.
Tonta te has vuelto…
¡Ve y muere, ya no te haré caso!
Y que te acorralen la noche y el sol.

Ve y muere
dile al mundo qué eres…
di que eres alma
pecado sin cuerpo,
movimiento sin reposo,
documento del día.
¡Esperan de ti!

Diles
…soy la mañana oscura, -la madrugada-
sombrío el día comienza conmigo.