¡Amiga mía!
Rumoran que el tiempo impulso tu huída
que estas bañada en tu propia sangre impía
y tus sueños no se velan
porque tus pestañas se odian.
¿Amiga mía?
También musitan las aves
a las que tanto repudiabas en los recorridos,
quienes coronan tu lecho tejiendo su arte.
Pena siento de ti, amiga;
pues no has pisado tierra
y eres peor que las aves.
Pena de tu andar sin vida.
Aquí me tienes, ¡ves!
preocupado por quien no lo hace.
Tonta te has vuelto…
¡Ve y muere, ya no te haré caso!
Y que te acorralen la noche y el sol.
Ve y muere
dile al mundo qué eres…
di que eres alma
pecado sin cuerpo,
movimiento sin reposo,
documento del día.
¡Esperan de ti!
Diles
…soy la mañana oscura, -la madrugada-
sombrío el día comienza conmigo.
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