domingo, 1 de diciembre de 2013

Su cuadro

Amo el silencio que me dejas,
no así la soledad de tu cuerpo
que se hospeda como una efigie
cada vez que cierro las puertas.

“Quien pretenda soledad
busca el camino de la compañía.”

¿Cómo hago?
Con mis invernales deseos
de bañarla con sudor…
quién me diera el aliciente
para rubricarla de mi orgullo.

Cada mañana lucen vacías
y menguan las horas su figura,
toda quieta, toda muda
como para poseerla
cuando yo quisiera.

Y cual destino atribulado
me la hago canción
para guardarla en mis labios…
¡Sepa usted que yo vivo!
De la vida que la hace vivir.

De aquí no pasan mis letras,
han beatificado su cuadro
y tras pasarelas y tintas
la construyeron de poesía.

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