viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Y el padre?

No quiero una ciudad de luces sino hombres de lúcidas razones; quiero, no solo un gobierno de opiniones sino opiniones sobre un Gobierno. No solo la guerra se combate con armas y el hambre se aplaca con comida, no todo lo ideal a veces conviene… derrotar la pobreza no es lucirla de luces en su intimidad, la energía existe, pero los focos no son eternos. Así como las cosas suceden; gobernar, no es seguir el camino de otros ni arrastrar los pies sobre sus sepulcros, gobernar es…como un padre guiando a sus hijos, que alguna vez serán útiles. "Los hijos crecen y están cansados de aclamar por el padre, que no es lo mismo que un padrastro". Nuestra madre Asunción, ya con su rostro senil está cansada de ver perecer a sus hijos sin motivo alguno, ella necesita la savia para rejuvenecer, el mundo la observa y la deja pasar inaudita. Fuera de su lujosa mansión, también existimos nosotros quienes deseamos un padre merecedor de respeto. Y si el color hace respeto me abstengo y que la tumba me guarde a vivir otra dictadura.

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